domingo, 22 de septiembre de 2013

Abejita Bea

Abejita Bea, se te extraña en esta altura. 
Te recuerdo con dulzura cómo la miel de tus manos.

Abejita Bea, voladora de Noviembres, tus 47 fueron prosa  de tus antenitas tri-norma:

Una mujer sensible y de intelecto, otra mami y otra esposa.

Y a pesar de ser fumigada, una y otra vez por el hombre, siempre arriba de una flor, radiante cómo un hada.
Abejita Reina, divertida y colorida. Te recuerdo con amor cómo una flor en vida.

Me olvidé que no te fuiste, solo volaste más alto a un lugar que aún Yo hoy, no puedo dilucidarlo.
Me olvidé de mencionarte, me olvide de honrar tu vida y hasta creí que mi familia, nada sabía de tu vuelo.

Pero pienso y me detengo, me dejaste tu aguijón y lejos de ser una espina, solo hoy veo ese honor.
Es que mi hijo te conoce a través de mi mirada, de mi risa, de mi antojo…  Tengo una mujer que te siente, a través de mis abrazos; Tengo viejos y nuevos amigos, que te ven en mi escritura,  te ríen en mi nombre y te admiran en mis penumbras.

Aleteaste con el alma, entregaste tu cabeza, lo que siempre te importó fue volar con endereza. Eligiendo flores bellas y paisajes despampanantes, también sirviendo los marchitos, compartiendo polen de vida, con amigos desprotegidos.

Les dejaste tu alegría, tú principal filosofía.

Abejita Bea, te pido perdón. Tu partida ya no es más partida. Es un punto de largada. 14 años de vida, otros 20 de esperanza, me esperaste con afán de hazaña y acá estoy fortalecido para decirte no te olvido, que te extraño con mi alma y que juro por tu alma que de ahora en más yo digo,


¡Viva la Abuelita Bea! Pues yo sigo tu camino. 

Walter Rodriguez
@Rodriguez_wal 


No hay comentarios:

Publicar un comentario