domingo, 29 de julio de 2012

La ciudad del más acá


En la ciudad del más acá, los vecinos compiten por tener el mejor jardín y a fin de año, luego de una votación donde no es posible votarse a sí mismo, el ganador de cada cuadra invita torta casera y limonada a sus otros vecinos.

En la ciudad del más acá nada es de nadie, y todo es de todos. Entonces no hay ladrones, pero a decir verdad, no los hay porque no hay policías. Nada para hurtar, nadie divertido que los persiga.

Hay más remedio, pero solo para el que lo necesita. Y necesidad no es un capricho, es una realidad.
Hay mucho para hacer, y lejos de ser una desmotivación; es un incentivo de vida.

En esta ciudad, los psicólogos ayudan a los niños y niñas a resolver sus problemas: Armado de rompecabezas,  cambiar los pañales de tela a las muñecas y saber qué hacer en el horario de la siesta son los temas más frecuentes a tratar.

No hay lomos de burro, porque no hay burros.

En esta ciudad, el mejor amigo del hombre es el hombre. Y los perros son mascotas amadas y compañeras.

No hay vibras, ni onda. Hay paz.

La ciudad del más acá, es de fácil acceso aunque invisible para la inmensa mayoría. No tiene geografía, pero puede estar en todos lados.

La ciudad del más acá, no está en el más allá. Tampoco tiene coordinadas. Está acá, justo acá donde la estoy sintiendo en este preciso instante.

@Rodriguez_wal

No hay comentarios:

Publicar un comentario