lunes, 31 de diciembre de 2012

Teneres versus ser



Recorrió todas las playas, y en ellas, en todas triunfó.
Desde San Clemente hasta Necochea, Desde Garopaba hasta Tulúm.
Cruzó los océanos; brilló en Honauma Bay, Fuerteventura, Tsambika y Whitehaven Beach.

Tornó su cuerpo y, tal escultura, se ofreció al mejor postor.
Las mujeres más bellas, las más deseadas; también sus fanáticas y muchas sin identificar; todas ellas menos las descartadas tuvieron cita en su colchón. Colchón mullido e impermeable; jamás atravesaron a su interior.

Logró su título y su posgrado. Colgó sus cuadros en el exterior. Seis mil amigos en sus redes sociales, le festejaron su último post:
“no tengo auto, ni bicicleta, En mi avioneta se está mejor”

Voló temprano quién sabe dónde y un pueblito se accidentó. Murieron todos, quedó solito y una familia lo acobijó.

Cuando bien sano logró ponerse; pensó con creces y se quebró. En esos días, tan pocos días, halló el sentido de su creación:
Oyó el mar, al que creía mudo, y vio las formas de las olas las que creía renglón.
Se alimentó, solo de lo necesario, y vio a los niños esos que El nunca fue.
Y observó un abrazo y un beso profundo de una pareja que andaba al pasar; repasó su lista y en ninguna columna pudo identificar al verdadero amar.

Y esa familia que vio su ser y ningún tener, no solo lo abrazó en asistencia  sino también en el querer.
Y descubrió que tuvo mucho, que tuvo tanto que se perdió. Perdió esa suerte de estar vivito sintiendo amigos, amor genuino y una familia a quién extrañar.

No quiso irse y supo ser útil en un taller. No tuvo nunca más vehículos, pero aprendió a movilizarse de una manera donde ya no los necesitó.

Se enamoró se una chinita y dicen, las buenas lenguas, que ahora vive con Paz en el interior.

Walter Rodriguez - @Rodriguez_wal

…“Los hombres debemos aprender a ser Seres Humanos y no Teneres humanos”…
Toni Ruttimann: Constructor de puentes colgantes en zonas rurales de difícil acceso

No hay comentarios:

Publicar un comentario