El rugby me enseñó a ir para adelante, Y a
retroceder rápido y en silencio cuando la autoridad así lo demanda.
Me enseñó a caer para que, más allá del piso
duro, estemos preparados y obligados a levantarnos.
Me enseñó a formar en el SCRUM. Abrazado a los
míos en los momentos de empuje sin importar las adversidades que uno pueda
tener delante.
Me enseñó que cuando la vida entra en penal y la pelota es
gratis, hay que jugársela.
Aprendí a servir los terceros tiempos. Y a
limar asperezas, aún en el silencio, de todo lo que minutos antes pueda haber
pasado.
Aprendí a repiquetear cuando me sentía ya sin fuerzas u
obstruido para dar un paso más.
Aprendí a buscar los espacios para avanzar en
la cancha, aunque si el obstáculo era prominente e imposible de saltear, aprendí
a topetear.
El “pick and Go” ya fue en tiempos modernos, donde el avanzar
cada día se hacía más difícil; entonces desapareció el concepto de montonera,
de la Gran Cacho…. Fueron los tiempos del control de la pelota. De la
paciencia.
En estos tiempos modernos nos permitieron dejar ser levantados
por los compañeros para saltar en LINE. Porque la suma individual, jamás podrá
alcanzar el resultado del trabajo coordinado en equipo.
Los invito a que ustedes también, me cuenten que les ha enseñado
el Rugby. El material será bienvenido para futuras charlas que pueda llegar a
dar.
Eso sí, vale aclarar que cualquier similitud con la realidad NO
es pura coincidencia.
Walter Rodriguez
Twiter: @Rodriguez_wal
Foto: Pablo Moretti
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